Traer la Naturaleza al niño y niña de ciudad a través de cuentos y actividades basadas en la ecopsicología. Este es el reto que vamos a intentar llevar a cabo en 5 días y que os presento aquí.
Antes de empezar, aunque volver a conectarnos con la Naturaleza pueda parecer que no es una actividad espiritual, en el fondo sí lo es. La actividad puede estar llena de magia, pero esta magia los niños la percibirán como verdadera si sienten que los adultos que los acompañan creen en ella.
Así que te aconsejaría que te hicieras algunas preguntas del tipo: ¿En mis creencias entra la Divinidad? ¿Qué o quién es (o quiénes) ? ¿Está la Divinidad en y dentro de la Creación?
Muchas personas con religiones distintas sí perciben que todo está dentro de la Divinidad (imagino que es muy difícil imaginar algo infinito fuera de algo finito), que la Tierra es un ser vivo y que todo lo que existe tiene espíritu. Un ejemplo sería el teólogo cristiano Leonardo Boff.
Cada día os recomendaré un relato para que leáis en familia, y una actividad para hacer en el exterior.
Empezamos 😊
Contenido:
Relato: Cuando los árboles dejaron de hablar
Este relato es una versión que hice para niños de un cuento tradicional de Estonia, el cuento lo puedes leer aquí.
Después de leerlo, le podéis preguntar a vuestros hijos o hijas, si alguna vez han oído hablar a los árboles. O si al menos lo han intentado. ¿Qué pueden hacer para que los árboles vuelvan a hablar?
Quizás llevarles algún regalo, por ejemplo, agua con un poco de leche y miel. ¡Seguro que les encanta!
Actividad en el exterior: ¡De excursión!
Vamos a buscar un sitio cerca de casa al que podamos acceder fácilmente (si podemos ir andando, mejor). Le vamos a decir a los niños que vamos buscar un Lugar Especial que nos necesita, nosotros vamos a ser sus guardianes. Cuando lo hayáis encontrado, le podéis poner nombre.

Lo único que requiere este sitio es que haya algún árbol o planta, tierra y piedras. Daros una vuelta por el vecindario y que sean los niños los que escojan el lugar del que quieren ser guardianes.
Mientras que estáis de exploración, podéis contar esta historia que leí en el libro La Magia de la Tierra. Es una historia real que le pasó a la escritora.
“Os voy a contar una historia real que le ocurrió a una chica. Ella siempre iba al mismo parque todos los días. Lo cuidaba, regaba las plantas, hablaba con los árboles y otros seres que vivían allí.
Un día que había oscurecido, notó algo raro en el ambiente. Sintió como si el frío se le metiera en el cuerpo y la avisara. Levantó la vista y vio a un hombre en el parque. En seguida pensó que los seres del parque la estaban avisando de la presencia de un peligro. Se levantó, y se fue corriendo”.
Si tú los cuidas, ellos te cuidan, sería el resumen.
Como dice Tenzin Wangyal Rínpoche, en un pedacito de tierra hay millones de seres que te miran.
Este sitio especial es con quien vais a construir una estrecha relación, así que es muy importante su búsqueda. Podéis incluso usar más de un día.
Entrando y saliendo de la Naturaleza
Antes de entrar en cualquier espacio natural, como forma de respeto hacia el lugar, es una buena práctica preguntar al sitio al que entráis, si podéis quedaros. Si os dice que sí (aquí usad la intuición y la imaginación), recoged cada uno un poquito de tierra del lugar y ponerla en vuestro pecho, dando las gracias. O simplemente, agradecerles su permiso.
Cuando vayáis a iros, es buena idea despedirse del lugar y de sus seres, así como darles las gracias por acompañaros.
Con este pequeño acto, además de trabajar valores como el respeto y el cuidado, también trabajamos con la imaginación, algo muy necesario y olvidado en la educación actual.
Con esto terminamos las actividades del primer día. Espero que os hayan sido de ayuda y hayáis disfrutado 🙂
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