Hoy os comparto dos relatos (uno adecuado para cualquier edad y otro para los niños mayores) y otra actividad para hacer en el exterior.
Contenido:
Relato: El ratón y el elefante.
Este primer relato está pensado para todas las edades. Es una adaptación que hice de un relato tradicional chino que se titula El ratón y el elefante, que podéis leer aquí.
El segundo es una poesía de Jorge Luis Borges titulada Instantes:
Instantes
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido; de hecho, tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios. Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría; pero, si pudiera volver atrás, trataría de tener sólo buenos momentos. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos, no te pierdas el ahora. Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas . Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principio de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños. Si tuviera otra vez la vida por delante. Pero, ya ven, tengo 85 años y sé que estoy muriendo.
Una vez leído el relato les podemos preguntar si cambiarían algo en su vida si fueran a morir al día siguiente.
Quizás pueda parecer que hablar de la muerte con niños de esta edad es demasiado fuerte, pero no. La muerte hay que normalizarla, intentar que la vean como algo que nos espera a todos. Un gran misterio que tenemos que traspasar no sabemos cuando. Puede ser mañana o dentro de 50 años.
Actividad en el exterior: El bosque te habla
Para hacer esta actividad os aconsejaría que antes hayáis leído a vuestros hijos e hijas el cuento Cuando los Árboles dejaron de hablar.
La actividad se puede hacer en el Lugar Especial descubierto el día anterior o en otro sitio de la Naturaleza. Para realizar este juego tenéis que llevar escrita la poesía El Bosque te Habla, que podéis leer aquí.
La actividad es muy sencilla, consiste en leerles una poesía que les anima a buscar y escuchar la Naturaleza. Una vez leída la poesía, y escuchado a vuestro nuevo amigo (un árbol, una piedra, etc), podéis hacerle algún regalo. Dibujarle algo bonito en la tierra, por ejemplo.
Si no queréis usar la poesía, podéis simplificar la actividad animándoles a que hablen e intenten escuchar a los árboles. Quizás puedan hablar con ellos, igual que Miku en el cuento.
¡Feliz encuentro!
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