Ya estamos en el último día del reto, espero que hayáis disfrutado de las actividades y de los relatos; y que os sintáis más unidos a la Naturaleza, aunque sea en la ciudad.
Hoy vamos a continuar como en los días anteriores, con un relato apto para todas las edades, y una actividad para hacer en vuestro Lugar Especial. ¡Empezamos!
Contenido:
Relato: El viento y el Sol
Aquí os traigo otro relato apto para cualquier edad. Está pensando para trabajar valores como la amabilidad y el respeto. Este cuento corto lo podéis leer aquí.
Actividad en el exterior – En nuestro Lugar Especial
El reto lo vamos a terminar en nuestro Lugar Especial. De todas las actividades que os he propuesto, buscar y encontrar este sitio es la más importante. Una vez encontrado os aconsejo que vayáis a menudo a visitarle y le llevéis regalos para agradecerle su compañía.

En vuestro Lugar Especial podéis hacer muchas cosas: leer, jugar, hablar. ¡Y no os olvidéis de ponerle un nombre! Personificar la Naturaleza nos acerca a ella.
Como dice Philip Sutton Chard, suponer que las emociones y la personalidad sean una característica solo del ser humano, es arrogante. Somos Naturaleza, y como tal, nuestra personalidad y nuestras emociones vienen de ella, no al revés. No somos nosotros los que personificamos la Naturaleza o la Tierra, es ella la que ya tiene ese don.
Qué hacemos en nuestro Lugar Especial
Además de hacer actividades normales como leer o explorar, nuestro Lugar Especial es perfecto para hacer muchas otras cosas:
- Podemos construirle casitas a los animales que lo habitan. Por ejemplo, hacerle nidos a los pájaros.
- Llevarle comida a los insectos. A mi hijo pequeño le encanta llevarle trocitos de frutos secos a las hormigas y ver como se lo llevan al hormiguero.
- Además de hacer casitas para las hadas y los duendes, también podemos hacerlas para los escarabajos u otros insectos.
- Dibujar algo que nos atraiga del lugar. Quizás una hoja, o una rama de un árbol, o una flor.
- Intentar ser visitado por algún animal (a mí se me han acercado ardillas y algún gorrión) solo tenemos que estar muy, muy quietos y observar todo sin movernos. Si conseguimos estar así 5 minutos, ya sé que es muy difícil para los niños pequeños, ¡seguro que recibimos alguna visita inesperada!.
Y aquí terminamos 🙂 Espero que lo hayáis pasado bien y el reto os haya inspirado para estar más conectadas con la Naturaleza 🙂
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